Infórmate con la verdad en todo momento y en cualquier lugar.

Acepta nuestras notificaciones y dale “suscribirme” al 100% de las NOTICIAS.

Orozco analiza impacto para Nicaragua con los aranceles de Trump, tema político pesó en la tarifa

Economista señala que Estados Unidos ya consideraba a Nicaragua como un “socio comercial no confiable”, lo que se refleja en la imposición de esta tarifa arancelaria

Abril 04, 2025 02:03 PM
Orozco analiza impacto para Nicaragua con los aranceles de Trump, tema político pesó en la tarifa

La guerra comercial de Donald Trump contra el mundo entrará en vigor este sábado, y con ello, todos los países se ven obligados a calcular el impacto que estos nuevos aranceles tendrán sobre los mercados internacionales. Incluso dictaduras como la de Nicaragua han reconocido públicamente que van a analizar las fluctuaciones económicas, que según diversos analistas, son una mala noticia para la región.

Nicaragua, por ejemplo, enfrenta el arancel más alto de Latinoamérica, con una tasa de 18%, seguida de Venezuela con 15%. El politólogo nicaragüense. Director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo de Diálogo Interamericano, Manuel Orozco, interpreta este impacto como un “golpe político”, según un artículo publicado en Confidencial.

Trump, por su parte, ha dejado claro su enfoque al respecto: “Si quieres que tu tasa arancelaria sea cero”, expresó, “entonces fabrica tu producto aquí mismo, en Estados Unidos”. Esta declaración refleja su intención de incentivar la producción interna a expensas de los acuerdos comerciales internacionales.

La Oficina del Representante Comercial de los EE.UU. (USTR) basa la metodología para definir el arancel de Nicaragua en una fórmula que utiliza el superávit comercial de un país con EE.UU. en relación con sus exportaciones totales. Esta fórmula emplea datos de la Oficina del Censo de EE.UU. para el año 2024, y divide el resultado por dos para determinar la tasa “descontada”.

CAFTA y la relación comercial con Estados Unidos

Asimismo, Orozco explica que Nicaragua es el país del CAFTA-DR (Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos) con el que Estados Unidos tiene el déficit comercial más alto. La lógica del 18% en los aranceles impuestos por Estados Unidos refleja una revisión de diferentes tarifas que Nicaragua aún cobra bajo este acuerdo comercial.

Entre estos aranceles se destacan el arancel general del 3% más un 1.2% adicional bajo el CAFTA en la importación de derivados del petróleo, como la gasolina. Además, Nicaragua aplica un arancel general de 35% más un 3.6% bajo CAFTA a productos como pollos y otros derivados. Según la administración de Trump, estos aranceles contribuyen a un superávit del 36% para Estados Unidos, lo que influye directamente en la imposición de los nuevos aranceles.

“Hay varios aspectos por considerar, primero, el costo que representa el aumento parejo en los aranceles. Segundo, las consecuencias de los aranceles. En el primer caso, los costos suben para los exportadores al aplicarse el arancel del 18%, afectando la rentabilidad de las operaciones. Las utilidades pasan de 32% del valor exportado a 14% ya con los aranceles. Las opciones de las empresas de recuperar esos costos dependen del costo de oportunidad de quedarse en el país, y de hacer ajustes en eficiencia y productividad”, enfatiza Orozco.

Nicaragua, de acuerdo con Orozco, tuvo un total de impuestos por aranceles de 150 millones de dólares en 2024, lo que representa el 4% de su renta tributaria, con una parte de este volumen destinado a EE.UU. Orozco argumenta que, para EE.UU., el peso sobre el déficit comercial es más significativo que los aranceles que cobra Nicaragua.

El impacto de este arancel no solo es económico, sino también reputacional. Como señala Orozco, este tipo de medidas tienen un “efecto políticamente fuerte” que las empresas exportadoras e importadoras sienten de manera directa. “Las empresas están explorando decidir sus opciones en base al costo económico y político de seguir operando en el país”, explica el politólogo.

Este efecto puede llevar al régimen de Nicaragua a considerar opciones como la reducción de tarifas para mejorar la relación adversa con EE.UU., aunque Orozco también advierte que esto no resolvería las tensiones a largo plazo.

Nicaragua socio comercial no confiable 

Según Orozco, Estados Unidos ya considera a Nicaragua como un “socio comercial no confiable”, lo que se refleja en la imposición de esta tarifa arancelaria.

A su juicio, más allá de disminuir los aranceles (que en su mayoría son inferiores al 1.5%), Nicaragua debería centrarse en mejorar las relaciones con EE.UU. mediante el incremento de la inversión privada norteamericana y el aumento del volumen de importaciones, lo que podría ayudar a reducir la brecha comercial.

Para ello, Nicaragua tendría que dar señales claras para resolver las diferencias político-diplomáticas, como la democratización del país y el restablecimiento de los derechos de la diáspora expulsada y exiliada. Esto, según Orozco, empieza por mejorar la seguridad jurídica del país.

Orozco enfatiza que entre las dos opciones posibles, el camino de la guerra comercial solo llevará a un estancamiento económico, más inestabilidad, y una nueva ola de migración masiva.

Apoya a 100% NOTICIAS para vencer la CENSURA. El Canal del Pueblo necesita de tu apoyo


Donar ahora